Tuesday, April 2, 2013

La Rienda


La rienda en la mano del jinete juega un importante papel a la hora de montar. Sin embargo, muchos jinetes le dan demasiada importancia a las riendas y por dicha cause abecés ignoran el resto de las ayudas necesarias para montar bien a caballo. Cuando montamos a base de las riendas solamente, corremos el riesgo de perder la noción de donde están nuestras piernas y que hacen con cada movimiento que hace el caballo. Algunos jinetes montan ladeados a un lado intentando mirar las patas del caballo continuamente. Sabemos que el caballo va en movimiento, y que sus extremidades se mueven de cierta manera, flexionando las coyunturas de los codos, rodillas, y menudillos. Entonces, si sabemos de ante mano que el caballo se mueve de esta manera, ¿Por qué entonces necesitamos irlo mirando? Al hacer esto, perdemos de vista la posición en la cual nuestro cuerpo esta sobre el centro de gravedad del caballo, ocasionando abecés un desplazamiento de grupa o posteriores, la igual nos obliga como reacción a utilizar pierna y espuela contrarias con exceso, y esto solo si tenemos el discernimiento necesario para entender que el pie o espuela contrarias detienen la grupa. Si dependemos demasiado sobre la rienda entonces no captaremos esto e intentamos corregir al caballo a base de tirones en la rienda, lo cual ocasiona incomodidad para el caballo y abecés una violenta reacción de parte del caballo.

La rienda nos ayuda, a indicarle al caballo muchas cosas. La rienda es importante, porque solo por el uso de la rienda podemos entrar en contacto al hocico del caballo y así nos  comunicamos con acierto extremo. Con el uso de medias paradas y el juego de la rienda, podemos reunir o extender los movimientos del caballo, mandar o dirigir el sentido de la marcha, para y flexionar según lo pida el jinete. Por su puesto que la rienda es importante, sin su huso nos limitamos a que extremo tenemos control sobre el caballo y nos limitamos hasta que extremo podemos llevar la doma del caballo, claro suponiendo que tenemos la habilidad de hacerlo.

El peso del cuerpo del jinete debe ser utilizado también en conjunto con las riendas para ayudar al caballo a mejor entender lo que se requiere de él. Las ayudas de las piernas reenforsan el uso del cuerpo y riendas. Algunos movimientos, se ejecutan mejor comenzando por pedir con el cuerpo primero seguido por las ayudas de las piernas y finalmente sobre el uso de la rienda o riendas. Por supuesto que todo esto se hace de una manera casi simultánea con tan solo algunas milésimas de segundo entre medio. Para montar bien es importante un asiento independiente, firme y flexible para no depender de la rienda si algún movimiento en brusco llegase a suceder. El jinete experto entiende esto e intenta proteger el hocico de su caballo por medio de no utilizar un exceso de las ayudas de las riendas.

El llevar la rienda demasiado floja es tan erróneo que llevarlas demasiado tensas por la sencilla razón que al ir demasiado tensas las riendas, según el tipo de embocadura que utilizamos, corremos el riesgo de poner al caballo por encima de la embocadura o muy por detrás de la vertical. Perdiendo el control sobre del caballo cuando más lo necesitamos o irritando al caballo, causándole molestias y por consecuente resabios que con el tiempo podrían ser difíciles o imposibles de corregir. El llevar las riendas demasiado flojas a su vez, no nos permite entrar al hocico y por consecuente no tenemos contacto, lo cual no nos permite igual, tener control o regularlo. Si el caballo llega a darse cuenta de esto pudiese desarrollar también resabios, o en casos en los cuales el jinete necesite entrar al hocico por contacto le golpearía en el hocico al caballo ocasionando incomodidad y por consecuente también resabios.

Podríamos pensar de las riendas del caballo como el volante de un carro, o de una bicicleta. Si dependemos solo del volante, ignorando el acelerador o los pedales podríamos ocasionar un fatal accidente para nosotros mismos o para otros. Al igual, el ir mirándole las llantas al carro sin mirar el sentido de la marcha nos podría ocasionar chocar en un árbol, u otra cosa en nuestro camino. Debemos dar importancia a las riendas cuando montamos, pero cuidemos de no ignorar el resto de las ayudas. Espero hallan pasado un hermoso fin de semana en compañía de sus familias y por supuesto de sus caballos. No olviden repasar otros artículos en esta página y mis otras páginas, si no han ordenado su copia del libro, El Caballo De Baile visiten: CaballoDeBaile.Com

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