Amigos, ¿Cómo están? Espero que todos estén bien.
En este artículo me gustaría hablar un poquito sobre “la parada”.
Cuando paramos al caballo muchas veces pensamos
solo en tirar de la rienda y esperamos que el caballo se pare. Pero ¿hemos acaso
pensado si se utiliza cualquier otra parte del cuerpo? Muchos caballistas
aficionados e incluso muchos caballistas profesionales discutirían que solo es
necesario el jalar la rienda para que el caballo se pare. En parte tienen razón,
es mi opinión. Sin embargo, hay más que esto envuelto en parar al caballo, si
deseamos que al caballo se le pare con suavidad y sin fuerza claro.
Al bocado generalmente en México le llamamos el
freno. Muchas veces es obvio mirar por que le llamamos freno al bocado. El
caballo se lanza a un galope con velocidad, el jinete jala las riendas del “freno”
y el caballo por la presión producida sobre su hocico se para violentamente. Los
buenos caballistas sin embargo so necesitan jalar tan fuertemente de la rienda
pues entienden el uso de un conjunto de ayudas para no lastimarles el hocico a
sus caballos.
Antes que nada, vamos a describir muy en breve
como es que el “freno” actúa y por qué es efectivo para parar al caballo. Esta
herramienta, la cual fue inventada para mantener el mayor control sobre el
caballo y de la cual existen muchísimas variaciones, la usamos casi todos los
que montamos a caballo. La meta es siempre montar al caballo a tal grado que lo
podamos dirigir solo con el peso del cuerpo, las piernas, la espuela, y la
rienda. Llevando en la boca el caballo, nada más que un bocado sólido “freno”
del cual manejamos con la máxima suavidad. Sin embargo muchos caballistas, en
diferentes países utilizan esta herramienta en exceso e ignoran con casi toda
totalidad su función. Y es por eso que me gustaría describir el uso de tal aquí
aunque sea de una forma breve.
Tenemos tres tipos de embocaduras básicas, el
snaffle of bridón, el bocado pelham, que es también un freno Ingles, y la brida
completa, la cual está compuesta de un bridón y bocado o de una Serreta y
bocado, o de bozal y bocado, y claro también el bocado por sí solo. Ahora bien,
el snaffle y bridón, actúan en las barras del hocico del caballo unilateral
mente. Esto quiere decir que al caballo lo montamos a dos manos y presionamos
cada lado de la boca del caballo individualmente. Esto es necesario para enderezar o dictar el dobles del caballo,
algo que no se podría hacer con mucha efectividad utilizando solo un bozal. La barbada
en este tipo de embocadura no sirve de nada pues, la barbada se activa solo
cuando una embocadura con palanca es activada a 45 grados aproximadamente. El freno
Ingles Pelham, es de gran utilidad para mandar al caballo de un filete
(snaffle) a un bocado con palanca o a una brida completa de bridón y bocado.
Por la sencilla razón que el Pleham lleva dos argollas la del filete sin
palanca y la del filete con palanca. El filete con palanca no es un snafle anuqué
sea partido en medio de la embocadura.
Siempre que el filete o freno lleve palanca ya es considerado freno, o bocado.
Por la razón que aumenta al doble la presión en las barras del hocico del
caballo.
El freno completo, o freno sólido, el cual
lleva además de la palanca un porte en la embocadura es de la más alta
severidad. El porte en medio de la embocadura, o la curva que lleva el freno
puede ser desde muy suave, si está quebrado en medio o plano, hasta sumamente severo lo que se
halla en el caso de un porte de sapo o un porte también de catedral, lo que a
veces conocemos como freno de mula. Si además de una curva muy alta, la cual
pone presión sobre el paladar del caballo, le agregamos una palanca o una pata
muy larga. Aumentamos muchísimo, la fuerza con la cual el caballo es parado a
la hora de jalar la rienda.
Pues bien, para parar al caballo por supuesto
vamos a utilizar la rienda, pero intentamos no hacerlo con exceso en especial
si el caballo lleva en su boca un freno muy duro o muy severo. Entonces, yo en
lo personal trato de enseñarles a mis alumnos que paren al caballo poco a poco
intentando no utilizar la rienda. Sin importar, si el caballo lleva un bocado,
un filete, bozal, serreta o Pelham. La forma en la cual se logra esto es que el
jinete primero que nada tenga un asiento decente. Entonces cuando paramos al
caballo le mostramos el camino por medio no de mandarle a que se pare, si no
por medio de permitirle a que se pare.
Cuando vamos al paso por ejemplo, reunimos,
reunimos, reunimos, paramos. Esto lo hacemos por medio de una media parada muy
suave y por medio de ir llevando poco a poco el peso del jinete sobre los
posteriores del caballo. Los hombros y espaldas del jinete se desplazan a la
grupa y enancas del caballo, mientras el jinete continuo pidiendo impulso al
frente con las piernas para no matar el impulso que es tan necesario para una
parada de calidad. Al caballo jamás se
le debe parar sin previo aviso. No importa si estamos en el campo abierto, o si
estamos en una competencia de charrería, de reinining, o de dressage. El
caballo debe estar alerta y preparado para poder ejecutar sus ejercicios al máximo.
El momento adecuado para pedir la parada del paso, es cuando los anteriores de
los caballos están en el suelo, y el primer posterior está a punto de
levantarse. De esta manera el jinete pide más impulso, lo que ocasiona al
caballo a meter los posteriores por debajo de la masa y a su vez el jinete para
el movimiento del paso y el caballo se para casi automáticamente. El momento
adecuado para pedir la parada del trote es en el momento de suspensión. El
caballo estando en el viento con las cuatro patas, remete los posteriores y
paramos el movimiento. Igual el caballo se para casi automáticamente. En el
galope el momento adecuado para pedir la parada es en la última pisada del
tranco del galope en el cual vamos. Si vamos en la mano de guia, derecha
entonces el momento oportuno, será cuando la mano derecha, anterior derecho
este en el suelo y en el instante en que el caballo está a punto de quedar en
el viento con las cuatro patas. Igual de esta manera, el jinete pidiendo
impulso, para al caballo casi automáticamente.
Por supuesto, que al caballo se le debe
preparar y entrenar para poderlo montar de esta manera, pero ha sido mi
experiencia que aun cuando el caballo es joven y no sabe mucho, dándole las
ayudas correctas se le puede parar suavemente. Es importante que cuando paramos
al caballo, este se mantenga reunido, con sus extremidades a plomo, y
escuadrado para poder salir del alto, en cualquier aire y en cualquier momento
que le indiquemos al caballo. Claro que usamos la rienda, pero intentamos de no
hacerlo constante ni excesivamente.
Abro la puerta, el caballo sale, pido más
impulso pero sierro poco la puerta, el caballo se reúne, pido aún más impulso,
y cierro la puerta permitiéndole al caballo que pare. Es como si empujáramos
los posteriores del caballo a una pared invisible.